Tengo en mente la frase "esto no son penas", aunque no recuerdo de dónde proviene exactamente. No obstante, sé el contexto y quiero compartirlo contigo. A diario, suceden muchas cosas sobre las cuales tenemos poco control, pero es necesario aprender a lidiar con ellas de manera que no nos abrumen ni desvíen nuestra atención. De ahí nace esta frase, que busca cambiar el patrón de nuestros pensamientos y servir como guía para nuestras emociones. Es crucial entender que nuestras emociones son influenciadas por nuestros pensamientos; por eso, es fundamental modificar lo que pensamos, alterar nuestra escala de valores y nuestro diálogo interno, así como reconsiderar qué cosas permitimos que nos afecten.
Esto está en nuestras manos. Aunque algunas situaciones sean más desafiantes que otras, siempre podemos aprender a vivir entendiendo que nada de lo que nos sucede es realmente tan terrible. Siempre encontramos la manera de salir adelante y avanzar. No vale la pena detener nuestro progreso por cosas de poca importancia. ¿Realmente es trascendental aquello que nos preocupa? Si no lo es, entonces no son penas.
Cada desafío es una oportunidad para crecer espiritualmente y fortalecernos interiormente.
Cada prueba es un paso hacia adelante.